Me acabo de leer esta novela de
Lorenzo Silva, que me ha parecido doblemente pedagógica, tanto por las
aportaciones de tipo ético y moral que va aportando el narrador como por el
planteamiento en que enmarca su obra: parece un taller de escritura en donde el
autor sitúa a sus personajes del presente manejando las historias del ayer, una historia dentro de otra y una estructura circular desde el presente
hasta el pasado y regreso.

Dibuja muy bien los perfiles
temperamentales de los principales personajes, marca un ritmo para nada
aburrido ni tampoco estresante y nos mantiene interesados hasta el final.
Una obra creo que poco conocida
tal vez por poco publicitada, pero no por ello menos interesante, entretenida y
con valor de fondo.
Merece la pena, y mucho, leerla,
sobre todo con atención y ganas de sacar conclusiones sobre la fragilidad
humana, no sólo física que lo es de por sí, sino psicológica y de lo que en
muchas etapas de nuestra historia se ha dado en considerar valores integrales y
que más bien terminan en integrismos inútiles y sin sentido.
Repito, una obra, para mí muy
pedagógica tanto en lo histórico, como en lo literario y filosófico. Merece la
pena leerla.